Cinco errores comunes al enfrentar casos de fiebre y exantema en el ENARM

Por Redacción Doctor Vago.

Los casos de fiebre y exantema son clásicos en el Examen Nacional para Aspirantes a Residencias Médicas (ENARM). A pesar de ser preguntas frecuentes, muchos aspirantes cometen errores al interpretar estos cuadros clínicos, ya sea por exceso de confianza, por falta de análisis sistematizado o por no diferenciar correctamente las claves semiológicas. En esta entrada, revisaremos cinco errores frecuentes que pueden marcar la diferencia entre una buena y una mala respuesta.

 

1. No identificar el periodo prodrómico y su relación con el exantema

Uno de los aspectos clave para resolver correctamente un caso clínico con fiebre y exantema es la cronología de los síntomas. Enfermedades como el sarampión, rubéola, eritema infeccioso o roseola infantil presentan periodos prodrómicos característicos que ayudan a establecer el diagnóstico:

  • Sarampión: fiebre alta, tos (cough), coriza y conjuntivitis (las "3C") antes del exantema; presencia de manchas de Koplik.

  • Rubéola: linfoadenopatías retroauriculares + fiebre leve y exantema fino.

  • Exantema súbito (roseola): fiebre alta que desaparece bruscamente y aparece el exantema.

  • Eritema infeccioso (parvovirus B19): "mejillas abofeteadas" seguidas de exantema en red.

Error común: asumir que la fiebre y el exantema ocurren simultáneamente sin considerar la progresión temporal de los síntomas.

Tip ENARM: muchas preguntas dan pistas de la evolución temporal. Subraya fechas o secuencias de aparición.

 

2. Confundir distribución del exantema: céfalo-caudal vs centrífuga

La distribución del exantema es otro elemento semiológico clave. Algunas infecciones tienen un patrón céfalo-caudal (de cabeza a pies), otras centrífugo o centrípedo. Recordar estas características puede evitar errores graves:

  • Sarampión: céfalo-caudal, inicia en cara y se extiende.

  • Varicela: centrífugo, inicia en tronco y cara, luego extremidades.

  • Rubéola: similar al sarampión pero más leve, también céfalo-caudal.

  • Eritema infeccioso: inicia en mejillas, luego se extiende en red a tronco y extremidades.

Error común: elegir diagnósticos con distribuciones incompatibles con la descripción del caso.

Tip ENARM: hazte mapas mentales de distribución y evolución del exantema. Puede ser la diferencia clave entre distractores.

 

3. No considerar el estado vacunal del paciente

El estado de vacunación es uno de los datos más valiosos en casos pediátricos con fiebre y exantema. En México, el esquema nacional incluye vacunas contra sarampión, rubéola y parotiditis, por lo que es relevante considerar la edad del paciente y si ha recibido o no ciertas vacunas.

Ejemplo: un niño de 2 años con fiebre y exantema que no está vacunado debe hacerte pensar inmediatamente en sarampión si hay conjuntivitis y manchas de Koplik.

Error común: no tomar en cuenta el dato de vacunación y asumir un diagnóstico sin contexto.

Tip ENARM: Si el caso menciona que el paciente no está vacunado y hay sospecha de virus prevenibles por vacunación, pon especial atención. Es una pista que el ENARM usa frecuentemente.

 

4. Ignorar datos de alarma y complicaciones

No todos los casos de fiebre y exantema son benignos. Algunas infecciones pueden evolucionar con complicaciones graves como encefalitis, neumonía o trombocitopenia. En el ENARM, muchas preguntas buscan evaluar tu capacidad para identificar riesgos y tomar decisiones terapéuticas tempranas.

  • Sarampión: puede evolucionar a neumonía viral o bacteriana, otitis media, panencefalitis esclerosante.

  • Dengue: si el exantema se acompaña de sangrado, letargo, hepatomegalia o hipotensión, sospecha dengue grave.

  • Varicela: sobreinfección bacteriana de las lesiones o complicaciones neurológicas.

Error común: enfocarse sólo en el diagnóstico y no identificar la necesidad de hospitalización o manejo urgente.

Tip ENARM: si el caso clínico menciona sangrado, somnolencia, dificultad respiratoria, o alteraciones neurológicas, cambia el enfoque hacia gravedad y manejo inmediato.

 

5. No diferenciar exantemas no infecciosos

Aunque la mayoría de los casos en el ENARM giran en torno a infecciones, es clave descartar causas no infecciosas cuando los datos no cuadran. Algunas enfermedades que pueden simular un cuadro infeccioso incluyen:

  • Enfermedad de Kawasaki: fiebre de >5 días + exantema + inyección conjuntival + labios fisurados + adenopatías + descamación.

  • Reacciones a fármacos: exantemas maculopapulares o tipo urticaria tras exposición reciente.

  • Artritis idiopática juvenil sistémica (AIJS sistémica): fiebres diarias con exantema evanescente.

Error común: asumir que todo exantema con fiebre es infeccioso, sin analizar el resto del cuadro.

Tip ENARM: si el caso no menciona contactos, epidemias ni signos infecciosos claros, abre la mente a etiologías no infecciosas.

La clave para dominar los casos de fiebre y exantema en el ENARM está en el análisis sistemático y la integración de datos semiológicos. Evita los errores aquí descritos y acostúmbrate a leer cuidadosamente la evolución, distribución, estado vacunal, signos de alarma y posibles causas no infecciosas. Recuerda que cada palabra en el caso clínico está ahí por una razón: ¿te está dando una pista o te quiere confundir?

  1. Revisa la cronología de fiebre y exantema.

  2. Analiza cuidadosamente la distribución del exantema.

  3. Considera siempre el estado vacunal.

  4. Identifica signos de alarma y complicaciones.

  5. No olvides diagnósticos diferenciales no infecciosos.

Con estas herramientas, aumentarás tus probabilidades de responder correctamente y con seguridad. ¡Nos vemos en el siguiente tema!

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