Por Redacción Doctor Vago.
Los casos de fiebre y exantema son clásicos en el Examen Nacional para Aspirantes a Residencias Médicas (ENARM). A pesar de ser preguntas frecuentes, muchos aspirantes cometen errores al interpretar estos cuadros clínicos, ya sea por exceso de confianza, por falta de análisis sistematizado o por no diferenciar correctamente las claves semiológicas. En esta entrada, revisaremos cinco errores frecuentes que pueden marcar la diferencia entre una buena y una mala respuesta.
Uno de los aspectos clave para resolver correctamente un caso clínico con fiebre y exantema es la cronología de los síntomas. Enfermedades como el sarampión, rubéola, eritema infeccioso o roseola infantil presentan periodos prodrómicos característicos que ayudan a establecer el diagnóstico:
Sarampión: fiebre alta, tos (cough), coriza y conjuntivitis (las "3C") antes del exantema; presencia de manchas de Koplik.
Rubéola: linfoadenopatías retroauriculares + fiebre leve y exantema fino.
Exantema súbito (roseola): fiebre alta que desaparece bruscamente y aparece el exantema.
Eritema infeccioso (parvovirus B19): "mejillas abofeteadas" seguidas de exantema en red.
Error común: asumir que la fiebre y el exantema ocurren simultáneamente sin considerar la progresión temporal de los síntomas.
Tip ENARM: muchas preguntas dan pistas de la evolución temporal. Subraya fechas o secuencias de aparición.
La distribución del exantema es otro elemento semiológico clave. Algunas infecciones tienen un patrón céfalo-caudal (de cabeza a pies), otras centrífugo o centrípedo. Recordar estas características puede evitar errores graves:
Sarampión: céfalo-caudal, inicia en cara y se extiende.
Varicela: centrífugo, inicia en tronco y cara, luego extremidades.
Rubéola: similar al sarampión pero más leve, también céfalo-caudal.
Eritema infeccioso: inicia en mejillas, luego se extiende en red a tronco y extremidades.
Error común: elegir diagnósticos con distribuciones incompatibles con la descripción del caso.
Tip ENARM: hazte mapas mentales de distribución y evolución del exantema. Puede ser la diferencia clave entre distractores.
El estado de vacunación es uno de los datos más valiosos en casos pediátricos con fiebre y exantema. En México, el esquema nacional incluye vacunas contra sarampión, rubéola y parotiditis, por lo que es relevante considerar la edad del paciente y si ha recibido o no ciertas vacunas.
Ejemplo: un niño de 2 años con fiebre y exantema que no está vacunado debe hacerte pensar inmediatamente en sarampión si hay conjuntivitis y manchas de Koplik.
Error común: no tomar en cuenta el dato de vacunación y asumir un diagnóstico sin contexto.
Tip ENARM: Si el caso menciona que el paciente no está vacunado y hay sospecha de virus prevenibles por vacunación, pon especial atención. Es una pista que el ENARM usa frecuentemente.
No todos los casos de fiebre y exantema son benignos. Algunas infecciones pueden evolucionar con complicaciones graves como encefalitis, neumonía o trombocitopenia. En el ENARM, muchas preguntas buscan evaluar tu capacidad para identificar riesgos y tomar decisiones terapéuticas tempranas.
Sarampión: puede evolucionar a neumonía viral o bacteriana, otitis media, panencefalitis esclerosante.
Dengue: si el exantema se acompaña de sangrado, letargo, hepatomegalia o hipotensión, sospecha dengue grave.
Varicela: sobreinfección bacteriana de las lesiones o complicaciones neurológicas.
Error común: enfocarse sólo en el diagnóstico y no identificar la necesidad de hospitalización o manejo urgente.
Tip ENARM: si el caso clínico menciona sangrado, somnolencia, dificultad respiratoria, o alteraciones neurológicas, cambia el enfoque hacia gravedad y manejo inmediato.
Aunque la mayoría de los casos en el ENARM giran en torno a infecciones, es clave descartar causas no infecciosas cuando los datos no cuadran. Algunas enfermedades que pueden simular un cuadro infeccioso incluyen:
Enfermedad de Kawasaki: fiebre de >5 días + exantema + inyección conjuntival + labios fisurados + adenopatías + descamación.
Reacciones a fármacos: exantemas maculopapulares o tipo urticaria tras exposición reciente.
Artritis idiopática juvenil sistémica (AIJS sistémica): fiebres diarias con exantema evanescente.
Error común: asumir que todo exantema con fiebre es infeccioso, sin analizar el resto del cuadro.
Tip ENARM: si el caso no menciona contactos, epidemias ni signos infecciosos claros, abre la mente a etiologías no infecciosas.
La clave para dominar los casos de fiebre y exantema en el ENARM está en el análisis sistemático y la integración de datos semiológicos. Evita los errores aquí descritos y acostúmbrate a leer cuidadosamente la evolución, distribución, estado vacunal, signos de alarma y posibles causas no infecciosas. Recuerda que cada palabra en el caso clínico está ahí por una razón: ¿te está dando una pista o te quiere confundir?
Revisa la cronología de fiebre y exantema.
Analiza cuidadosamente la distribución del exantema.
Considera siempre el estado vacunal.
Identifica signos de alarma y complicaciones.
No olvides diagnósticos diferenciales no infecciosos.
Con estas herramientas, aumentarás tus probabilidades de responder correctamente y con seguridad. ¡Nos vemos en el siguiente tema!
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