¿Cuál es la mejor sede hospitalaria para elegir? ENARM

 por Redacción Doctor Vago

No creemos que algún día puedas responder esa pregunta; incluso aún después de haberla elegido. La mejor sede hospitalaria será aquella que decidas crear en el camino, así es, tu formación se irá desarrollando a través de experiencias, análisis de casos clínicos, interrogatorio y exploración de pacientes y de qué tanto decidas adoptar como aprendizaje para tu crecimiento profesional.

Entonces así se concluye que “todas son las mejores sedes hospitalarias y a la vez ninguna”. ¿Ayudamos un poco con tu pregunta? Difícil decisión, ¿no? Realmente no lo es. Una vez aprobado el ENARM, uno pensaría que las cosas mejoran, pero tal vez dolerá leer lo siguiente: el camino se vuelve aún más difícil y competitivo, pero también, se transforma en uno más desafiante y gratificante con los resultados.

Te escribimos algunos consejos que podrían ayudarte a escoger la sede hospitalaria que más se asemeje a aquello que busques como residente de tu especialidad. Y justo ese es el primer paso, responder las siguientes preguntas: ¿qué es lo que buscas como especialista? ¿Hasta dónde quieres llegar? Una vez que finalices tu especialidad, ¿cómo te ves ejerciendo y equilibrando tu vida personal? Todas estas preguntas son necesarias de plantearse durante tu selección de plaza, debido a los siguientes puntos:  

1. Tú debes escoger la plaza que quieres, es erróneo pensar que ella te escogerá a ti.
2. Probablemente no tengas los puntos tan claros y definidos de tu futuro, pero si deberás tener una idea de aquello que te hace sentir pleno y lleno de goce.
3. Este trabajo será para toda la vida, debes saber que el médico general posee distintas posibilidades de extender sus estudios y la especialidad no es la única meta (a pesar de esa idea falsa que muchos tenemos desde el inicio).

Después de contestarlas, te escribimos algunas recomendaciones de médicos que ya pasaron por este momento de indecisión, así que intenta tomar en cuenta la mayoría de los puntos para tu selección de plaza:

• Los puntos en los que deberás basar tu elección se resumen en tres principales: academia, práctica y ambiente de trabajo. Deberás poner en una balanza tus prioridades y encontrar aquella institución que pueda equilibrar mejor estas variables para lograr desarrollarte durante un promedio de 4 años.

• No existe una sola opción para ti en este punto. Tal vez existan instituciones con mayor reconocimiento que otra, pero trata de buscar las ventajas y desventajas de varias opciones para encontrar aquella que más cumpla con la forma de trabajo que estás buscando. Y recuerda esto, siempre existen desventajas que no podremos cambiar porque, ¡sedes perfectas no existen, pero uno puede perfeccionar el camino que decida tomar! 

• ¡No te cierres puertas antes de intentar abrirlas! Aplicar a muchas opciones te permite ampliar el panorama de oportunidades. Te podrás sorprender en el camino de algunas instituciones que no considerabas como tu primera opción. Obtener un buen puntaje en el ENARM, ¡nunca te asegura el puesto dentro de tu primera opción! Recuerda que existen muchas variables que se toman en cuenta para la selección de aplicantes, ¡no te confíes!

• Intenta ver siempre “la otra cara de la moneda”. Investigar sobre una sede hospitalaria de forma indirecta (páginas electrónicas, noticias, reconocimientos) enfatizará los éxitos y ventajas sobre otras plazas, pero de nuevo, ¡ninguna es perfecta! Así que busca los puntos de vista de varios residentes para conocer ese “lado oscuro” que no muchos te dicen, así serás capaz de identificar algunas desventajas de las que pocos hablan, pero también aquellos puntos que te ayuden a priorizar tus opciones de selección.

• ¿Buscas derivarte a Cardiología, Neurología, Dermatología, Urología, Cirugía Plástica […]? Una variable importante a considerar en este punto es la tasa de ingreso o aceptación a una subespecialidad que tiene tu primera opción. La institución de la que apliques si toma gran relevancia en la selección de residentes, ¡tómalo en cuenta si estás seguro de querer derivarte!

• ¡Considera siempre tu tiempo de traslado! Nunca estás consciente de la fatiga y el cansancio crónico del residente hasta que cumples con los primeros meses del R1. No sólo hablamos del trayecto a costa del tráfico caótico en la ciudad, pero también tocamos el punto de tu seguridad. Habrá días que llevarás más de 30 horas sin dormir y muchas veces es difícil mantenerse alerta durante el camino. ¡No minimices una hora más de sueño en tu casa!

• Reflexiona sobre los lugares de descanso que tendrás en la residencia ya que permanecerás más tiempo dentro del hospital que en tu casa. Si para ti este punto es esencial, tomarlo en cuenta no está de más. Muchas veces escogerás unas horas de sueño en el hospital a perder tiempo en el traslado a tu casa, así que una cama limpia y cómoda es importante para recuperarte de una guardia, ¿ya habías pensado en esto?

• El número de guardias SÍ importa. Hoy crees que lograrás dominar tu estado de alerta durante más de 30 horas consecutivas, pero no será así cuando lleves más de 4 meses en el R1. Un consejo, una guardia más es una guardia menos y el R1 se acaba. Este punto es importante resaltarlo ya que existirán plazas con guardias ABC y otras ABCD e incluso toma en cuenta los horarios de entrada de cada una y el caso extraño de la existencia de las postguardias.

• Pregunta sobre la posibilidad de rotaciones externas en cada una de tus opciones. Siempre un respiro del ambiente de trabajo y de las mismas cuatro paredes ayudan a aligerar el camino y la carga de trabajo. También, esta oportunidad te otorga la posibilidad de adoptar distintas formas de trabajo para integrar aquellas que ya conocías en beneficio de tus pacientes.

• El ambiente de trabajo sin duda podrá transformarse en la pieza clave de apoyo o en tu peor pesadilla. Cuestiona sobre la existencia de jerarquías, tristemente en muchas instituciones se mantienen este tipo de relaciones de la prehistoria que favorecerán el tan conocido “burnout” de los residentes. La relación con tus compañeros de residencia (o tus famosos CoR’s) conformará una de las relaciones más sólidas durante estos años, busca fomentarlas ya que éstas formarán parte de la etapa más importante y envolvente durante tu crecimiento profesional, ¡no lo olvides!