Erradicando la falsa “ignorancia” #ENARM
Por Redacción Doctor Vago
Esa continua sensación de creer que “uno no sabe nada conforme más avanza en Medicina”, ¿nunca se olvida? ¿Por qué entre más avanzamos en la carrera o entre mayor grado académico se tenga, uno no logra solventar este pensamiento de deficiencia o de vacío en el conocimiento? Pues no tenemos respuesta a ello; sin embargo, podemos decir que posiblemente el preguntártelo, refleje que vas por buen camino. El identificar tus deficiencias conforman el primer paso para mejorar tu preparación profesional, el segundo será, buscar enfrentarlas poco a poco, conociendo que será imposible cubrir y “saberlo todo”.
Cuanto más te intereses por extender el conocimiento, mayores obstáculos encontrarás en el camino. ¿Te ha pasado que al estudiar un tema y notar alguna falla en la memoria, buscas extender la información hasta indagar en el origen fisiopatológico del tema? Y sí, posiblemente eso llevó a que tu periodo de estudio se alargara el doble de tiempo que tenías pensado dedicarle y que al final no hayas logrado cubrir por completo el tema que esperabas repasar, ¿cierto? Pues ahí te va nuestro consejo: debes aprender a priorizar la información en la que amerite, extenderse o indagar para entender algo específico sobre un tema. También, resultará importante que busques calmar esa impaciencia de querer cubrirlo todo, principalmente por dos razones:
- Es imposible saber todo de absolutamente todo (¡JA! Suelta ese narcisismo médico de una vez por todas)
- Generará mayor ansiedad el obstaculizar tu estudio si resaltamos únicamente todo aquello que no sabes.
Transforma ese pensamiento a aquello que busque motivarte en lugar de desanimarte, a seguir aprendiendo porque “sabes lo que no sabes, ya que también conoces lo que sí sabes”, ¡enfócate en seguir reforzando el aprendizaje y no en castigarte en todo aquello que desconoces!
Estudia lo imprescindible, sigue con lo necesario y termina con aquellos datos específicos que te apantallen o interesen. He ahí el problema…. ¿cómo sabemos qué es lo imprescindible o necesario que tenemos que conocer? Algo que podría ayudar a discernir entre el universo existente de información, será estudiar aquellos casos de pacientes que atiendas en el camino y que pongan en duda el entendimiento de un tema. Cada vez que te topes con ese caso difícil sin pies ni cabeza, inicia el abordaje de lo general a lo particular durante tu interrogatorio. Busca dirigir tu integración diagnóstica a través de aquello que conozcas, ya que posiblemente ahí estarán las respuestas que buscas y no dentro de los temas más extraños o inverosímiles de la medicina. No obstante, será necesario que en casa o en algún momento libre después de la guardia/ consulta, identifiques esa falla en la agilidad de tu entendimiento en el caso visto, para que refuerces el conocimiento al repasar el tema una y otra vez hasta que seas capaz de aplicarlo.
Se concluye así, que el primer consejo para identificar lo imprescindible, será estudiar aquello que refleje los casos cotidianos que tienes en tu día a día. La mejor manera de lograr transformar la información en memoria a largo plazo será a través del estudio del mismo paciente. ¡Nunca te quedes con la duda de algo que desconocías de la historia que te enseña un paciente!
Continuando con aquello que será necesario conocer a lo largo de tu vida profesional como residente y aprendiz infinito, una herramienta que podrá ayudarte será buscar apoyo en tus mentores o en residentes de mayor jerarquía para saber qué temas son los que deberás cubrir a lo largo de cada año de preparación. Y recuerda, antes de actualizarte en temas específicos publicados recientemente (el día de ayer), busca conocer las bases y generalidades del tema. De nada sirve estar actualizado con las últimas premisas médicas si no entendemos ni si quiera lo esencial sobre un tema.
A lo largo de tu vida, siempre mostrarás inclinación hacia la lectura de aquellos temas que más te interesen (posiblemente aquellos relacionados a la especialidad de tu interés) y también esto será importante mantenerlo a lo largo de tu vida profesional. Fomenta la actualización continua de aquellos temas que te apasionen o en los que busques especializarte, pero nunca olvides reconocer la importancia de los conocimientos base que sostienen el aprendizaje.
Al final dependerá de qué tanto uno se esfuerce en identificar y solventar las deficiencias, pero también dependerá de uno aplaudirse los logros y el avance que se ha logrado alcanzar hasta el momento. No te mortifiques con todo aquello que ignoras y en su lugar, motívate en saber que quien sabe lo que ignora, es capaz de saber un poco más de aquello que ayer desconocía.
“He conocido dos clases de sabios: los especialistas, que lo saben todo sobre casi nada, y los filósofos, que apenas si saben nada sobre casi todo.”
Bernard Shaw
