¿Cómo manejar la ansiedad durante tu preparación? #ENARM

consejos estudio Sep 08, 2021

La ansiedad se mantiene como un mecanismo de defensa del cuerpo ante situaciones de aparente “pérdida de control” sobre aquello que nos rodea. Si nos tomamos un tiempo para analizar el sentimiento, no es más que el medio por el cuál el ser humano ejemplifica su naturaleza de existencia como “un ser vivo más”. Es decir, la ansiedad es aquello que nos hace humanos al lograr percibir el medio como un conglomerado de situaciones sobre las que no poseemos el control y sobre las cuáles estamos sujetos al cambio constante del porvenir.

 

La ansiedad es capaz de causar impotencia, angustia, cierta excitación y nerviosismo que pueden llegar a ocasionarnos pérdida de seguridad en participar en una junta o incluso a incrementar el pensamiento de falta de seguridad en nosotros mismos. Si bien los niveles bajos de estrés, a menudo son útiles para la motivación y el rendimiento, la pérdida del control con el estrés puede llegar a interferir con nuestra atención y en la captación de nueva información.

 

Aquí te dejamos algunos puntos que debes recordar a lo largo de tus jornadas de estudio así como el día del examen:

 

  1.  ¡Prepárate y confía en el resultado!

Podemos medir la preparación como el proceso directamente proporcional con el resultado, es decir, que entre menos preprarado estés para realizar el examen, más ansioso estarás y peores resultados obtendrás en cuestión de desempeño. ¡Ojo! El examen nunca conformará una medición de tus capacidades; sin embargo, el examen logrará ponerte a prueba contigo mismo, ¡confía en ti a lo largo del camino y no dejes de prepararte! Y recuerda, la prepración es un proceso que requiere tiempo, esfuerzo y constancia, así que debes proponerte alcanzar buenos resultados a través de una técnica concreta de estudio.

 

  1.  Escribe sobre tus sentimientos

Describe los sentimientos de ansiedad que te ocasiona el estudio, hablar en público o cualquier situación de estrés. Aunque parezca extraño, expresar tus sentimientos acerca de un evento de alto riesgo podrá desencadenar la disminución de la carga cognitiva de estrés conduciendo a un mejor desempeño en tus actividades.

 

  1.  Piensa positivamente

¡Rodéate de un ambiente y vibra positiva! Se ha demostrado que los estereotipos y pensamientos negativos conducen a un rendimiento deficiente en cualquier aspecto del desempeño del ser humano. En el caso del combate continuo que viven los grupos subrepresentados y acechados bajo el estigma social, la redacción de pensamientos y valores personales son capaces de disminuir el estrés y la pesantez de la carga social.

 

  1.  No olvides cuidarte

Fomentar el autocuidado permite el desarrollo de la creatividad a través del bienestar físico y mental. El cuidado personal es fundamental para liberar el estrés mediante una dieta saludable, ejercicio físico y actividades recreativas que logran una cascada de endorfinas de bienestar y placer.

¡Cuida lo que comes, duerme lo suficiente, haz algún tipo de actividad física y sobre todo, no dejes de hacer aquello que te apasiona distinto al estudio!

 

  1.  Inhala, exhala […]

La respiración profunda ayudará a controlar nuestra frecuencia cardiaca y a manejar la respuesta corporal hacia el estrés. Una vez que distingas esa sensación de nerviosismo y agitación, busca tu mecanismo de contra ataque mediante inhalaciones profundas durante un minuto. No olvides cumplir con los ejercicios con cada indicio de síntoma relacionado a la ansiedad, después lograrás hacerlos de manera inmediata e inconsciente.

 

  1.  Evita la procrastinación

La ansiedad fomentará el retraso del cumplimiento de tus actividades y metas logrando que el proceso se mantenga cíclico; es decir, si evitas realizar una tarea debido a la ansiedad, esto agravará tu ansiedad conduciendo a una mayor procrastinación. Por tal motivo, aquí te dejamos algunas herramientas para abordarlo:

      7.  Establece metas alcanzables

Objetivizar metas alcanzables impulsarán el cumplimiento de objetivos a corto plazo que a su vez, fundamentarán la base y el pilar de tus metas a largo plazo.

      8. Crea un calendario de estudio

Planea tu tiempo de estudio con anticipación con temas específicos que buscarás cubrir a lo largo de tus jornadas. No olvides programar espacios para despejar la mente y permitirte mantenerte activo.

      9. Olvida la perfección

Reconoce tus fallas y tu grandeza por tenerlas. Alguien sin fallas no sería capaz de lograr cambios internos necesarios para alcanzar cada una de sus metas. El aprendizaje es un proceso que requiere de práctica y perseverancia, ¡memorizar todo el contenido con una sola leída no es posible! Así que mentalízate del trabajo que requerirá consolidar la información en aprendizaje a largo plazo y no únicamente para un examen.

    10. Se paciente contigo mismo

No busques conocer y/o aprenderlo todo en un solo día, recuerda que olvidar datos fomentarán el intento de recordar y almacenar el aprendizaje en memoria a largo plazo.

     11. Vive día a día

No pierdas de vista la importancia que tiene el presente en el camino del futuro. Dale la importancia al esfuerzo del camino y aprende a disfrutar cada paso que te toma conseguirlo. Investigaciones sugieren que se incentiva la motivación de completar cualquier tarea cambiando la terminología de “falta un año” por “faltan 365 días”, ¡no lo olvides! 

      12. Trabaja en equipo

Trabajar en grupo promoverá un ambiente de reto y motivación continua además de cierta distracción de lo tedioso y solitario que puede llegar a ser una sesión de estudio.

      13. ¡No olvides el proceso y todo lo que has logrado!

Has logrado el camino hasta este punto debido a tu enfoque, perserverancia y motivación de crecimiento personal y profesional. No olvides gratificar tu trabajo y la capacidad de estudio que has mantenido hasta el momento. ¡Ya lo tienes, tú solo puedes lograrlo!

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